En un esfuerzo por modernizar y optimizar la gestión tributaria, el Gobierno argentino anunció en 2024 la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Este cambio se formalizó a través del Decreto 953/2024, que estableció la transición de competencias, funciones y recursos a la nueva entidad.
Un cambio estructural para una mayor eficiencia
El principal objetivo de esta reforma es reducir la burocracia y mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos y el control aduanero. ARCA asume la responsabilidad de aplicar, percibir y fiscalizar los tributos nacionales, así como de supervisar las operaciones de comercio exterior. Para ello, integra las funciones previamente desempeñadas por la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA).
Según el gobierno, la reestructuración permitirá un ahorro estimado de 6.400 millones de pesos anuales, equivalente a una reducción del 34% en los cargos públicos. Este ajuste incluye la reubicación de más de 3.000 empleados y la disminución de los salarios en posiciones jerárquicas.
Normativa destacada
El Decreto 953/2024 establece las bases legales para la creación de ARCA y detalla las responsabilidades de la nueva agencia. Además, la Resolución 1782/2024 regula el traspaso de empleados y recursos desde la AFIP hacia ARCA, asegurando la continuidad operativa durante el proceso de transición.
El Artículo 2 del decreto enfatiza la necesidad de «garantizar la transparencia y la eficacia en la gestión tributaria y aduanera». Asimismo, se incluyen disposiciones para implementar sistemas tecnológicos avanzados que faciliten la fiscalización y reduzcan la evasión fiscal.
Nuevas autoridades y su enfoque
Florencia Misrahi, quien estaba al frente de la AFIP, fue designada como directora general de ARCA. Bajo su liderazgo, la nueva agencia busca implementar reformas tecnológicas y organizativas que permitan un seguimiento más efectivo de las obligaciones fiscales y aduaneras.
Por su parte, Andrés Gerardo Vázquez y José Andrés Velis asumieron la dirección de la DGI y la DGA, respectivamente. Ambos han destacado la importancia de trabajar en conjunto con el sector privado para promover un sistema tributario más justo y eficiente.
Impacto y reflexiones
La creación de ARCA representa un intento por modernizar la administración fiscal y reducir los costos operativos del Estado. Sin embargo, también plantea desafíos, como garantizar una transición ordenada y evitar interrupciones en los servicios que impacten a contribuyentes y empresas.
A medida que avanza la implementación de esta reforma, será crucial monitorear sus efectos en la recaudación fiscal y en la percepción ciudadana sobre la eficacia del sistema tributario.
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